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2 de cada 3 uvas que consumimos en Nochevieja proceden del Valle del Vinalopó

Gastronomia Destacados Cabecera

19 dic, 2017

Las 12 uvas con que celebramos la llegada del nuevo año son una fruta única en el mundo con un particular proceso de maduración que consiste en proteger cada racimo con una bolsa de papel. Así, la Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó se ofrece con unas características físicas y gastronómicas excepcionales, gracias a las ha conseguido ser la única uva de mesa con Denominación de Origen Protegida.

Se consumen alrededor de 2 millones de kg en Nochevieja, procedentes de la zona amparada por la Denominación de Origen Protegida. El total de producción inscrita en la campaña de 2017 ha sido de 54 millones de kg de un total de 7 variedades. La variedad que consumimos en Nochevieja es aledo.

Cabe destacar también que se crean unos 13.00 empleos directos desde mediados de diciembre hasta fin de año con motivo de esta campaña en el valle alicantino, lo que contribuye al desarrollo territorial de toda una comarca y que afecta al desarrollo de los siete Términos Municipales que lo conforman: Agost, Monforte del Cid, Novelda, Aspe, Honfón de las Nieves, Hondón de los Frailes y La Romana.

¿Por qué la bolsa de papel?

La bolsa de papel protege los granos de las inclemencias meteorológicas, por lo que los granos desarrollan una piel mucho más fina al no tener que defenderse de las agresiones de la lluvia, el sol o el viento. La misma protección tamiza la exposición al sol, lo que produce uniformidad de color en los granos que componen cada racimo. Finalmente se recolectan uno a uno en su punto óptimo de maduración. Así, cada racimo cumple con los criterios de selección que dicta el Pliego de Condiciones de la Denominación de Origen.

La influencia de la bolsa permite que la maduración se retrase alrededor de treinta días, lo que potencia el sabor, y la textura propios de cada una de las variedades. Hay un total de siete variedades de uva dentro de la D.O.P.: Ideal, Dominga, Doña María, Rosetti, Victoria (de piel clara), Red Globe (de piel negra) y aledo, la que tomamos con las 12 campanadas.

Sana y sabrosa

La Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó es más baja en azúcares que otras uvas, tiene un alto contenido en vitaminas, hidratos de carbono y fibra, por lo que es una fruta de consumo recomendable.

Los antioxidantes son un antídoto contra los radicales libres, y entre los alimentos más ricos en antioxidantes se encuentran determinadas frutas y, concretamente, la uva que en su piel y pepitas contiene más de 20 antioxidantes diferentes, entre ellos, el resveratrol, con propiedades preventivas en enfermedades cardiovasculares y anticacérigenas.

Según los investigadores Ángel González Ureña y la Doctora Karla Slowing, la Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó contiene unos altos niveles de resveratrol, sobre todo en su piel y sus pepitas.

¿Por qué comemos doce uvas en Nochevieja?

Además de esmerarse en el cultivo de los racimos de las uvas de la suerte, la DO de Uva de Vinalopó Embolsada, nos muestra una versión documentada del porqué de esta tradición tan peculiar en España.

“En los últimos años del siglo XIX era una costumbre muy extendida en Madrid que las familias acomodadas, influidas por las costumbres francesas de la época, tomaran un lunch de Nochevieja en el que se servían uvas y champagne. El primer documento conocido que deja constancia del hecho es un anuncio publicado en El Imparcial el 29 de diciembre de 1898 (pág. 4) en el que los productores promocionan “Las uvas de la suerte”.

Pero a que esta costumbre se extendiese a todos los estratos sociales de la época, contribuyó, sin saberlo, un Bando Municipal del alcalde José Abascal, en que se prohibían determinadas prácticas relacionadas con tradiciones navideñas de la Villa de Madrid. Molestos por dicho bando, los ciudadanos de la Villa decidieron ridiculizar la costumbre de la clase alta y congregarse en la actual Puerta del Sol el 31 de diciembre de 1896 para tomar las doce uvas y celebrar ruidosamente la entrada del nuevo año. En El Imparcial del 1 de enero de 1902, (pág. 3) también se puede leer otra nota de sociedad que hace mención al “lunch con las acostumbradas uvas de la suerte” en la fiesta de fin de año en el Hotel de los Condes de Romanones”.

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